Equilibrio entre nuestra vida personal y laboral: en busca de la felicidad

¿Podemos construir nuestra felicidad? ¡Claro que sí!

Por Knotion

Tiempo de lectura: 15 minutos

¿Felicidad? Hablemos sobre ella.

Según el World Happiness Report, que investiga el nivel de satisfacción general en cada país, desde hace años los habitantes de Dinamarca se sitúan en el primer lugar en la escala de la felicidad. 

¿El secreto?

Según el diario español El País, un mundo en el que la conciliación familiar y laboral es una realidad: las jornadas acaban a las 4 o 5 de la tarde, los progenitores pueden pasar tiempo con sus hijos, los niños no deben preocuparse por deberes escolares y exámenes sino por crecer en la naturaleza y aprender a solucionar problemas por sí mismos.

¿Suena conocido? 

Lo es. Ecosistemas como Knotion adscriben y hacen suyos todos y cada uno de esos preceptos.

Volvamos al secreto de Dinamarca.           

Y a una palabra clave: equilibrio.

Los daneses han creado una palabra que define ese estado de felicidad a través de situaciones simples: hygge. Según la define el portal BBC Mundo, tiene que ver con “ser bueno contigo mismo: consentirte, pasar un rato agradable, no castigarte o negarte nada”.

Es claro que ese estado de bienestar personal no se forma de la noche a la mañana. Requiere de un riguroso proceso de inmersión desde que somos pequeños. Algo que, por fortuna, muchos proyectos educativos han comenzado a comprender y aplicar.

Hygge tiene que ver con ser bueno contigo mismo: consentirte, pasar un rato agradable, no castigarte o negarte nada.

¿Puedes construir tu felicidad?

La respuesta es sí. La felicidad se construye. Y con ella vienen los resultados individuales, colectivos y laborales.

En las próximas líneas intentaremos dilucidar por qué.

La importancia de la felicidad

El concepto de felicidad ha desvelado a los pensadores. Según el psicólogo Edward F. Diener, las definiciones se pueden agrupar en dos categorías:

La valoración de nuestras vidas en términos positivos; y la preponderancia de esos términos positivos por sobre los negativos.

La felicidad es un concepto importante a nivel político. La ONU reconoce la relevancia de la Felicidad y del Bienestar Personal como una aspiración universal, y destaca la importancia de incluirla en las políticas de gobierno. Desde el año 2013 la ONU celebra el Día Internacional de la Felicidad. Por otra parte, países como Estados Unidos, Francia, Japón y España inscriben o han inscrito en sus constituciones el precepto de la felicidad. Bután, incluso, tiene un indicador propio: el de Felicidad Interna Bruta (FIB). 

A nivel individual el tema también desvela a miles de personas. 

En el año 2018 la Universidad de Yale ofreció una clase sobre el tema. Según el New York Times, fue una de las más populares en los 320 años de historia de la universidad.      

“El curso se dictó en persona una vez durante el semestre de 2018” dice el medio. “En marzo de ese año una versión gratuita de 10 semanas estuvo disponible al público a través de Coursera. Más de 3,3 millones de personas se matricularon”.

Adriana Martínez, directora de Desarrollo Profesional en Knotion, explica lo que implicó ese curso.

“Lo organizó Marc Brackett, director del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale. De joven Marc sufrió bullying, y advirtió que era necesario un cambio en su vida para entender mejor sus emociones. Este cambio le ha permitido encabezar varios proyectos relacionados con la importancia de la salud socioemocional y la inteligencia inter e intrapersonal”.            

Conocer más sobre la felicidad puede ser un buen camino para ser más felices.

La clave: equilibrio laboral y personal

Una de las claves de la felicidad es equilibrar la vida personal con la vida laboral. Los seres humanos vivimos unas 700 mil horas, y trabajamos cerca de un 8% de ellas. Ser felices en ese 8% de tiempo puede incidir radicalmente en nuestro bienestar general.  

Según la OMS, un ambiente de trabajo que asegure el bienestar debe cumplir aspectos como una buena organización laboral, metas bien planteadas y trabajo en equipo. 

Sin embargo, el balance personal y laboral puede significar distintas cosas para cada individuo. Los especialistas en salud y trabajo coinciden en seguir ciertas estrategias para lograr el equilibrio entre trabajo y vida personal.

Algunas de ellas son:

  • Pon límites. ¡Saber priorizar es esencial!
  • Maneja tu tiempo. Evita que otras actividades te distraigan en tu horario laboral. A la larga te ordenarás mucho mejor.
  • Elabora listas de tareas pendientes. Te podrás mantener más enfocado.
  • No lleves trabajo a casa. Hazlo sólo en ocasiones muy específicas.

Las ventajas del equilibrio laboral y personal no solo benefician a los empleados. Los empleadores obtienen a cambio trabajadores más leales, más productivos y menor ausentismo. Muchos estudios demuestran que un trabajador contento en su puesto de trabajo resulta mucho más productivo para cualquier empresa. En su libro The Happiness Advantage, Shawn Achor afirma que una empresa con empleados felices puede aumentar sus ventas en un 37% y la productividad en un 31%. La Universidad de Warwick señala que la felicidad hace que las personas sean hasta un 12% más productivas. Y la OMS ha indicado que por cada US$ 1 invertido en el tratamiento ampliado para los trastornos mentales comunes hay un retorno de US$ 4 en mejora de la productividad.

Muchos estudios demuestran que un trabajador contento en su puesto de trabajo resulta mucho más productivo para cualquier empresa.

En síntesis: la felicidad personal multiplica el éxito de las empresas.

Una escasa y maravillosa ecuación:

Todos ganamos.

El caso danés

En las últimas décadas Dinamarca es uno de los ejemplos que buscan recrear aquellos países que pretenden mejorar indicadores como educación, ambientes de trabajo y salud mental.    

El sistema danés aborda dichos temas, desde que sus habitantes son niños pequeños. El diario El País elaboró la siguiente lista:

  • Preescolares forestales. El término “jardín de infancia” implica un regreso a la naturaleza como espacio de aprendizaje y enseñanza y está muy extendido en el sistema educativo escandinavo.
  • Familia y hyggeHygge es un concepto local y se trata de algo parecido a un estado de bienestar provocado por un entorno familiar cálido y protector. El hygge fortalece emocionalmente a los niños daneses ya que se sienten atendidos, queridos y escuchados.
  • Escuelas y klassens tid. El profesorado es un colectivo respetado por la sociedad danesa y la participación de los padres en la vida escolar de sus hijos no se limita a revisar lecciones. En Dinamarca se promueve el principio de “differentiate”: el profesor observa a cada alumno como individuo y le propone retos con dos revisiones al año.
  • Protocolos antiacoso. Según la Unesco, 2 de cada 10 alumnos sufren acoso escolar en algún lugar del mundo. Pero pocos de ellos son daneses. La tasa de bullying en Dinamarca está entre las más bajas de Europa.

En síntesis, el modelo danés prioriza el rol de la familia, un profesorado competente y compenetrado con la realidad y las necesidades de cada alumno, la salud emocional por sobre la búsqueda del bienestar meramente económico, un fuerte compromiso cívico y mucha, mucha naturaleza. 

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Felicidad y familia

En cuanto a la función de la familia, Dinamarca califica como insumos irreemplazables el tiempo de calidad, las tradiciones compartidas, el apoyo en los momentos difíciles, las metas comunes y la compañía a la hora de enfrentar los desafíos.

¿Es posible replicar el modelo danés en países de América Latina?

Es posible. Para hacerlo se requiere partir por educar con premisas básicas a las nuevas generaciones, más allá de la enseñanza de la ciencia y tecnología:

Estar felices consigo mismos y con el entorno.

En cuanto a la familia, Dinamarca califica vitales el tiempo de calidad, las tradiciones compartidas, el apoyo en los momentos difíciles, las metas comunes y la compañía a la hora de enfrentar los desafíos.

Para suerte de las nuevas generaciones de mexicanos, cada vez más instituciones replican el modelo danés.

En el caso de Knotion, una de sus premisas es que todos los seres humanos nacemos con el deseo de explorar y entender cómo funciona el mundo. La profundidad de ese aprendizaje dependerá de la exposición a experiencias significativas y que tengan sentido y propósito.

“La meta de Knotion es proveer, a cada integrante, de todas las herramientas necesarias para este viaje personal, enfrentándose con retos reales para descubrir cuál es su rol como agentes de cambio”, dice su Fundamentación.

¡El ejemplo danés ya está en este lado del mundo!          

La búsqueda de la felicidad es un desafío permanente, y cada uno de nosotros somos responsables de tratar de acercarnos a ella. 

La felicidad se construye a nivel personal, familiar, educacional, laboral y social. Solo una vez que tengamos claro en qué consiste, y cuáles son las herramientas más adecuadas para conseguirla, podremos traspasar ese conocimiento a las nuevas generaciones.

Solo de esta forma podremos tener un mundo más sano, próspero, sustentable y feliz.

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