Los niños y la tecnología (segunda parte)

Los padres somos la clave

Por Knotion

En nuestro artículo anterior llamado Los niños y la tecnología: el contenido lo es todo hemos visto que no es lo mismo cuando nuestros hijos usan los aparatos digitales para entretenerse que cuando los usan para aprender. También que los riesgos asociados al uso con fines de entretención desaparecen cuando las herramientas tecnológicas se usan para el aprendizaje.

En el caso de las aulas tecnológicas (que sn parte de lo que conocemos por contenido educativo) se está bajo el control de maestros capacitados, y con tu supervisión permanente.

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En el artículo abordamos también las dudas naturales que generalmente los padres y madres de familia tienen sobre la relación de sus hijos e hijas con el contenido educativo basado en la tecnología.

A través de él, quedó claro que tener dudas es completamente normal y la sobreabundancia de información a veces complica las cosas en lugar de facilitarlas. Otros padres y madres de familia se hacen las mismas preguntas que tú y todas las preguntas tienen respuesta.

¡Ha llegado el momento de responder a algunas de ellas!

Ante todo, lo primero que debes saber es la importancia de conservar buenos hábitos de crianza. Ten en cuenta que en el mundo virtual se aplican las mismas pautas que en el mundo real. El desafío es equilibrar el uso con el tiempo que se pasa cara a cara con alguien, al aire libre, en comidas familiares, o leyendo. El tiempo de uso de la tecnología digital no destinada a contenido educativo debe ajustarse a las rutinas diarias familiares, y no al revés; recuérdalo siempre: lo principal es partir por tener buenos hábitos familiares.

Te invitamos a abordar algunas de las preguntas más frecuentes de muchos padres que, como tú, día a día intentan dar la mejor formación a sus hijos e hijas.

  • ¿Cuántas horas diarias es recomendable que los niños y niñas estén frente a las pantallas? Depende de si se trata o no de contenido educativo. En su texto Estado mundial de la infancia: niños en un entorno digital, la UNICEF llama a adoptar el enfoque de concentrarse más en lo que hacen los niños en línea y menos en el tiempo que pasan.
  • El uso de las TICs para la tarea, ¿debe considerarse tiempo de exposición a las pantallas? En el mismo texto la UNICEF señala que si el contenido es de calidad, el tiempo de exposición puede ser mayor. Se trata, finalmente, de detonar la actividad cerebral, y en ese sentido las TICs pueden operar de la misma manera que un buen libro. Paulina Mejido, Chief Academic Officer de Knotion, señala que cuando hay gamificación (aplicar en el aula los conceptos y dinámicas propias del diseño de los juegos con el fin de estimular y hacer más atractiva la interacción del alumno con el proceso de aprendizaje), la actividad cerebral se dispara. En todos los casos es recomendable combinar el uso de aparatos con actividades sociales presenciales y físicas.
  • ¿Es cierto que la tecnología entorpece las habilidades sociales? Casi siempre la primera impresión será que el uso de pantallas bloquea en los niños y niñas la capacidad de socializar. Una lectura más elaborada, sin embargo, arroja otras posibilidades. Algunos estudios sugieren que la tecnología digital puede cambiar la situación de muchos niños, al conectarlos a numerosas oportunidades y dotarlos de las aptitudes para tener éxito en un mundo cada vez más digital.
  • ¿Es adecuado que los niños o niñas de menos de 13 años usen redes sociales? Se trata de una de las preguntas más recurrentes. En enero del 2018, 97 médicos, padres y maestros de Campaign for a Commercial-Free Childhood (CCFC), Common Sense Media y otras 13 organizaciones que trabajan por la infancia en Estados Unidos escribieron una carta a Facebook criticando la promoción de Messenger Kids entre los menores. Todos coincidían en que no es adecuado que los niños y niñas de ese rango de edad usen redes sociales. Es preferible reemplazar las redes por otros contenidos y comprender que el propósito de la tecnología es aumentar las perspectivas de las personas.
  • ¿Hay maneras adecuadas de controlar lo que hacen nuestros hijos al estar conectados sin violar su privacidad? Como ya se mencionó, existen filtros disponibles para los padres. Sin embargo, es pertinente insistir en que las mismas pautas de la crianza que se aplican en el mundo real operan para el medio virtual. Si en una familia hay una buena comunicación, la conversación sobre lo que se hace con las tecnologías digitales tenderá a surgir de forma natural. Por el contrario, una mala comunicación hará casi imposible saber realmente lo que consumen nuestros hijos.
  • ¿Cómo puedo saber si mi hijo o hija se está convirtiendo en un adicto digital? Existen algunas pautas concretas para detectar una posible adicción a la tecnología: uso excesivo y descontrolado del celular, videojuegos, internet o redes sociales; impacto negativo de otras áreas… En casos extremos abstenerse de usar la tecnología puede generar angustia o indecisión. La medida no es exacta, pero tiende a basarse en un principio: el uso de la tecnología no es nociva en tanto no comience a invadir el tiempo o la disposición para hacer otras actividades o tareas.

Ten en cuenta que en el mundo virtual se aplican las mismas pautas que en el mundo real.

Como hemos visto, en el aula tus hijos e hijas no corren riesgos debido a que se encuentran supervisados por especialistas en manejo de contenido educativo.

En el caso de Knotion, a través de Common Kore propone una serie de aprendizajes específicos que los ayudan a aprender el uso correcto y responsable de las TIC. Sin embargo, siempre es adecuado tomar en cuenta algunas recomendaciones para guiar correctamente a nuestros hijos e hijas en el uso de la tecnología digital en contextos no educativos. Algunas de ellas son:

  • Evitar utilizar aparatos durante las comidas.
  • Fijar límites de uso claros y firmes.
  • Establecer un horario o período de uso al día.
  • Interesarnos por los contenidos que atraen a nuestros hijos e hijas.
  • Tener un centro de entretenimiento común y no instalar aparatos en cada habitación.
  • Pactar espacios y momentos libres de conexión de pantallas en casa.
  • Analizar si realmente hace falta comprar celulares para los niños.
  • Hablar juntos sobre los peligros de las redes sociales o páginas web.
  • Evitar los dispositivos tecnológicos antes de dormir.
  • No usar aparatos para mantener a los niños tranquilos.
  • Abrir espacios de diálogo familiar y cultivar la confianza.
  • Practicar los principios anteriores para dar el ejemplo como padres.

Hoy existen robots e Inteligencia Artificial. Pero aunque creamos que son completamente autónomos, ninguno de ellos existe sin nuestra intervención. Tampoco la tecnología ni el internet. Se trata apenas de simples herramientas, y el uso que le demos dependerá de la manera en que vivimos al interior de nuestra propia familia.

Hoy existen robots e Inteligencia Artificial. Pero aunque creamos que son completamente autónomos, ninguno de ellos existe sin nuestra intervención.

El mundo virtual está subordinado al mundo real, y solo una buena crianza generará un buen uso de la tecnología. Ningún aparato o programa reemplazará jamás nuestra capacidad de prestar atención, guiar, entregar afecto y aportar valores a nuestros hijos.

Debemos tenerlo en cuenta siempre:

Cuando se habla de tecnología, los padres somos la clave.

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