El Aprendizaje Basado en Retos (ABR) se implementa en el aula a través de una estructura pedagógica que coloca a los aprendices en el centro del proceso, invitándolos a enfrentar problemáticas reales y relevantes para su entorno. Así, los aprendices no solo consumen información, sino que la producen y la aplican, desarrollando habilidades, aptitudes y capacidades que los convierten en agentes de cambio.
En Knotion, todos las actividades están alineadas a la Agenda 2030 de la ONU que se dividen en distintos retos de: Salud y Bienestar, Origen y Biodiversidad Cultural, Ciencia, Tecnología e Innovación, Productividad y Economía, Crisis y Solución de Conflictos y Medio Ambiente y Sustentabilidad.
¿Cómo se vive un reto?
- Identificación del reto: se presenta una situación problemática real, vinculada al contexto de los aprendices y alineada con temas de interés global o local.
- Indagación y mapeo: los aprendices investigan el contexto histórico, geográfico y social del reto.
- Propuesta de soluciones: los aprendices diseñan soluciones creativas y viables, enfocadas en generar un impacto positivo en su entorno.
- Implementación y acción: los aprendices llevan a la práctica una de sus propuestas, poniendo en marcha acciones concretas que buscan resolver el reto planteado.
- Comunicación y reflexión: Finalmente, los aprendices comunican sus resultados y reflexionan sobre el proceso, identificando aprendizajes, logros y áreas de mejora.

¿Qué nos diferencia en Knotion?
- Retos reales y con propósito: Los retos no son tareas escolares tradicionales, sino experiencias que conectan el aprendizaje con la vida real y la transformación social.
- Desarrollo de competencias para la vida: Se promueve la toma de decisiones con propósito, la empatía, el liderazgo y la conciencia global desde los primeros años.
- Uso intencional de la tecnología: Herramientas digitales facilitan la investigación, la colaboración y la comunicación de soluciones, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje.
En resumen, el ABR en Knotion convierte el aula en un espacio donde los aprendices se convierten en protagonistas activos de su aprendizaje, enfrentando retos reales y desarrollando competencias esenciales para la vida.

Ejemplo de reto: “Cuidemos el Agua en Nuestra Comunidad”
1. Identificación del reto
Los aprendices observan que en su comunidad hay desperdicio de agua y plantean el reto:
¿Cómo podemos reducir el desperdicio de agua en nuestra escuela y hogares?
2. Indagación y mapeo
Investigan:
- ¿Cuánta agua se consume en la escuela y en casa?
- ¿Cuáles son los principales hábitos que generan desperdicio?
- ¿Qué soluciones existen en otras comunidades?
- Analizan datos, realizan encuestas y observan comportamientos cotidianos.
3. Propuesta de soluciones
En equipos, los aprendices diseñan ideas como:
- Campañas de concientización sobre el uso responsable del agua.
- Instalación de dispositivos ahorradores en baños y lavabos.
- Creación de infografías y videos educativos para compartir con la comunidad.
- Propuestas para reutilizar el agua en actividades escolares.
4. Implementación y acción
Eligen una o varias propuestas y las ponen en práctica:
- Organizan una semana del “Cuidado del Agua” con actividades y retos diarios.
- Colocan carteles y materiales visuales en puntos estratégicos de la escuela.
5. Comunicación y reflexión
- Comparten los resultados y aprendizajes con la comunidad escolar y familiar.
- Evalúan el impacto de sus acciones (por ejemplo, midiendo el consumo de agua antes y después).
- Reflexionan sobre cómo pueden seguir mejorando y replicar la iniciativa en otros contextos.

Este tipo de proyectos fomenta la conciencia ambiental, el trabajo colaborativo y la creatividad, permitiendo que los aprendices sean protagonistas en la solución de problemas reales de su entorno.
El aprendizaje basado en retos no solo forma aprendices capaces de resolver problemas,
sino personas que se atreven a imaginar soluciones nuevas. 💙