“In time of test, family is best.” – Burmese Proverb
Por Mimy Valencia
La respuesta es: ¡sí! Y desde nuestra trinchera como padres o profesores, también podemos ofrecerles el soporte y el apoyo que necesiten cuando sientan que algo los está agobiando más de la cuenta.
Adaptarse a una nueva modalidad de aprendizaje desde casa, con la ansiedad ante pruebas o exámenes que se aplican en la mayoría de las escuelas, los cambios de hábitos y la incertidumbre que se vive a nivel global actualmente, puede tenerlos estresados.
De acuerdo con una infografía emitida por la Organización Mundial de la Salud, los niños que están bajo estrés pueden presentar cambios de humor o comportamiento.
Es probable que se enojen o irriten con facilidad, incluso hasta llegar al llanto, que muestren un apego exacerbado a los padres o que sin motivo aparente quieran retirarse de las actividades, se sientan confundidos o busquen aislarse.
En cuanto a síntomas físicos, pueden quejarse de dolores de cabeza o estómago, y tener cambios en el sueño y el apetito.
Si tu hijo o alumno está lidiando con estrés escolar, aquí hay algunas formas de ayudarlo a sentirse más tranquilo:
• Responde a sus reacciones de una manera comprensiva.
• Escucha sus preocupaciones y bríndales atención o cariño extra.
• Intenta mantenerlo cerca de su familia, en la medida de lo posible. O si eres docente, recomiéndalo ampliamente a sus padres.
• Si un pequeño tiene dudas sobre algo, dale información con palabras que pueda entender según su edad.
• Promueve que haga actividad física de manera segura, ya que esto le ayudará a generar endorfinas y sentirse más tranquilo y feliz.
• Practica con ellos algunos ejercicios de relajación como heedfulness o yoga; esto también será de gran ayuda.
Durante tiempos difíciles, los niños necesitan aún más amor y atención. Por eso debemos escuchar sus inquietudes, tranquilizarlos y hablarles con amabilidad.
Y nosotros como adultos debemos intentar mantenernos saludables y relajados para poder transmitir esto a quienes nos rodean.
Recordemos que agradecer cada día por lo que tenemos, y buscar a diario esos pequeños momentos de calidad y alegría, es muy importante para que permanezcamos positivos y resilientes ante cualquier reto que la vida nos ponga enfrente.